La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima
Báñez, propone a sindicatos y patronal una reforma de pensiones cuya asignación
se basa en el factor de sostenibilidad en vez del ajuste al IPC: jubilarse más
tarde y con menos cuantías para asegurar el retiro a generaciones futuras.
El "factor de sostenibilidad" consiste en aplicar un coeficiente relacionado con la media de esperanza de
vida en el momento en el que el trabajador accede a la pensión y otro en el que se recalcula anualmente la cuantía de la prestación en función de los
gastos e ingresos del sistema.
No obstante, dentro de una década habrá que acometer nuevas reformas porque nos encontramos actualmente ante un problema demográfico (aumento de la esperanza de vida y menos nacimientos), de población en paro y de alta precariedad en el empleo (pocas cotizaciones y de bajo nivel). Se visualiza un aumento en la edad de jubilación, una disminución en el valor monetario de las pensiones futuras y una pérdida de poder adquisitivo de las pensiones. Entrando como un elemento complementario importante los planes de pensiones y otras fórmulas de capitalización privadas.
No obstante, dentro de una década habrá que acometer nuevas reformas porque nos encontramos actualmente ante un problema demográfico (aumento de la esperanza de vida y menos nacimientos), de población en paro y de alta precariedad en el empleo (pocas cotizaciones y de bajo nivel). Se visualiza un aumento en la edad de jubilación, una disminución en el valor monetario de las pensiones futuras y una pérdida de poder adquisitivo de las pensiones. Entrando como un elemento complementario importante los planes de pensiones y otras fórmulas de capitalización privadas.